

La historia de Puerto Rico está fuertemente enraizada a las creencias religiosas, sobre todo cristianas, de sus habitantes. Precisamente, este monumento muestra la gran relación existente entre Puerto Rico y su fe cristiana.
En 1797, cuando Puerto Rico aún se encontraba bajo dominio español, la ciudad de San Juan fue sitiada por el ejército británico. El ejército español se atrincheró fuertemente a lo largo de la playa, defendiendo con valentía esta zona de la capital. Aunque parezca increíble, el enfrentamiento se prolongó durante varios meses.
Durante la batalla, ambos contendientes comenzaron a flaquear, siendo víctimas del sufrimiento y la fatiga de la contienda.
La noche del 30 de abril de 1797, según cuenta una leyenda muy popular en Puerto Rico, el pueblo de San Juan, por temor a que los defensores españoles no pudieran repeler el ataque de los británicos, sacaron una procesión religiosa a modo de súplica. Los habitantes de la ciudad sacaron a la calle todos los objetos religiosos que poseían, y rezaron por el bien de la batalla. Durante la procesión portaban antorchas y velas en sus manos.
Los generales británicos vieron la procesión desde la distancia del mar. Sin embargo, al estar todo oscuro, sólo pudieron ver las luces de las antorchas y las velas. Lo primero que pensaron fue que aquellas antorchas era un nuevo contingente de tropas españolas que venían a reforzar al ejército defensor de la playa.
Con esta idea, el jefe del ejército británico, el General Abercromby, decidió retirar sus tropas, creyendo que sería imposible tomar la playa con aquellos nuevos refuerzos que habían llegado hasta San Juan.
Desde entonces, la fe de los habitantes de Puerto Rico ha sido una de sus señas de identidad. De ahí que, junto al puerto de la capital podáis ver el monumento a la Rogativa, en la que se pueden ver a los habitantes de San Juan saliendo a la calle con sus velas y antorchas, rogando a Dios la salvación de su ciudad.
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todo esto es un disparate. la invasión fue de dos semanas, no meses, y la rogativa es una leyenda que nada tiene que ver con la realidad. no hay documentación contemporáneo de que pasó.