Si uno quiere un buen ejemplo de ecoturismo en acción la isla de Saba es un buen ejemplo. El turismo es una actividad relativamente nueva en la zona: en el año 1963 fue abierto el aeropuerto, en el año 1972 se terminó el muelle, así que muy pocos conocían el lugar antes de la década del 70. Esta isla es un verdadero paraíso virgen, los habitantes locales se sienten orgullosos de su lugar y de la belleza que tanto se esmeran en cuidar.
Se estima que anualmente el lugar es visitado por menos de 25 mil personas, este número es controlado y no quieren que se eleve, así se puede mantener la ecología. A pesar de ser un lugar casi virgen tienen la más alta tecnología y una gran actitud conservadora respetando la naturaleza y el desarrollo del lugar.
Desde la Oficina de Turismo, junto con la Fundación para la Conservación de Saba se han marcado adecuadamente los senderos para quien lo desee pueda caminar por la isla, en algunos tramos de estos senderos se aconseja ir con una guía, así también se apreciarán mucho más las especies botánicas e históricas.
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