

A día de hoy, son muchas las ruinas que se encuentran cubiertas por la vegetación, pero, sin embargo, su grandeza era tanta, que todavía se puede pasear a través de los restos de lo que antiguamente fue una gran ciudad.
Tikal, una de las grandes ciudades de la antigüedad
Tikal fue declarado por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad. En una visita a Tikal, podrás disfrutar de una gran cantidad de templos, que sirven de prolegómeno a una de las pirámides más importantes en la historia de la humanidad, situada en la Gran Plaza. Estas pirámides son el Templo del Jaguar y el Templo de las Máscaras y son el arquetipo perfecto de la estructura Maya. El Templo del Jaguar, de hecho, cuenta con 47 metros de altura, que, pese a que en su día podía escalarse, a día de hoy se encuentra prohibido dada la inclinación que tiene y el riesgo que representa. Por otro lado, el Templo de las Máscaras es menos alto, 38 metros, pero resulta igual de impresionante. Tikal es mucho más que estos dos templos y si dedicas el tiempo suficiente a recorrer la ciudad, te podrás encontrar con más templos como el de la Serpiente Bicéfala, siendo este el más alto, contando con hasta 70 metros de altura. En definitiva, visitar Tikal es disfrutar de un viaje al pasado y tratar de comprender mejor una cultura que en su día, fue una de las más importantes que poblaba la tierra.