En los edificios que rodean la plaza, el cemento y el hormigón se vuelven protagonistas. En esos edificios funcionan los diferentes ministerios y despachos de tipo estatal.
Seguramente habrás visto esta Plaza de la Revolución, como una protagonista en las diferentes manifestaciones políticas urbanas. Este es el sitio elegido por los pobladores de la ciudad para cuando deben reunirse, también es el sitio que Fidel eligió a lo largo de la historia para dar sus largos y resonantes discursos.
Lo que atrae a los turistas no es el paisaje, como te habrás dado cuenta, sino la gran imagen del líder revolucionario Ernesto ‘Che’ Guevara, dado que en una de las paredes del Ministerio del Interior se alza un gran mural con el rostro fabricado en vidrio fundido negro muy llamativo.
Es normal ver a los turistas tomando fotos de esta obra durante el día, aunque por la noche, cuando el sol baja las luces que se encuentran ahí iluminan la imagen del Che dándole una apariencia espectral muy particular. Un espectáculo que vale la pena ver y disfrutar.
Frente a la figura del Che encontramos el Monumento a José Martí, un monumento con estilo monolítico que puede ser visitado en su interior. Quienes suban a él podrán obtener una interesante visión de la ciudad.
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