

Uno de nuestros primeros destinos en Dominica debe ser el Lago Ferviente, un lago que procede de un cráter volcánico y cuyas aguas están calientes. Si es la primera vez que lo visitáis os recomendamos llevar un guía turístico, sobre todo por lo accidentado del terreno. Desde allí se pueden hacer caminatas y rutas a través de la selva que pueden durar de uno a tres días, hasta llegar a la costa y sus acantilados.
Antes de llegar al Lago Ferviente os encontraréis con las Gargantas de Titou, un salto de agua perfecto para darnos un chapuzón y nadar un poco. En realidad se consideran las fuentes termales del lago.
Para saltos de agua las célebres Cataratas Trafalgar, situadas a una hora en coche de Roseau. Son dos enormes cascadas gemelas en las que también podemos bañarnos, sobre todo en la más pequeña de las caídas de agua
Otro lugar imprescindible de visitar en Dominica es el Parque Nacional de Morne Trois Pitons, Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Aquí hay una gran cantidad de flora y fauna nativa de la isla. Un lugar mágico que os cautivará. Desde allí podéis acercaros al Lago Boeri, que también es un lago sobre un cráter. Desde el lago se tienen unas maravillosas vistas de la costa atlántica.
Para los que gustan nadar sobre aguas un poco más frías nada mejor que Emerald Pool, una pequeña gruta a la que podéis llegar sin problemas. Como no podía ser menos en una isla del Caribe en esta zona se puede bucear, aunque para ello os recomendamos mejor la Reserva Marina de Cabra, donde hay una gran variedad de animales marinos.
Por último no dejéis de visitar la ciudad de Scott's Head, desde donde también podéis organizar una excursión submarinista en la bahía de Dominica. Además de especies exóticas encontraréis el famoso coral del Caribe.
Son tantas cosas las que se pueden hacer en la isla Dominica. No quedaros simplemente tumbados al sol en sus playas y disfrutar a tope de este paraíso en el Caribe.
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