

El Zoo de La Habana fue inaugurado el 24 de octubre de 1939 en los terrenos de la antigua granja La Rosa, propiedad del Ayuntamiento de La Habana. Contaba en aquel entonces con dos hectáreas de terreno y 69 especies animales.
Hoy en día cuenta con más de 160 especies y una extensión de casi 24 hectáreas, un zoológico que en La Habana conocen como el Zoo del 26, ya que se encuentra en esa avenida del barrio del Nuevo Vedado.
En la entrada principal veréis una serie de estatuas hechas por la artista local Rita Longa en 1947. Mirarlas bien porque con el paso de los años se han convertido en el símbolo del parque. Fue en esa época cuando se construyó también el foso de los leones y la isla de los cocodrilos, mientras que la zona de los elefantes se hizo en 1960, y un poco más tarde la casa de los hipopótamos y rinocerontes.
A pesar de que casi todos los turistas se dirigen a la zona de los monos, el Zoológico de La Habana cuenta con una muy buena colección de aves y reptiles, como por ejemplo las serpientes de Santa María y dos pitones de tres metros de longitud cada una. Entre las aves veréis a las águilas de Australia, el búho americano de Virginia, que tiene más de cuarenta años de edad, y un macho cóndor, regalo del presidente chileno Salvador Allende a Fidel Castro.
El Zoológico de La Habana mantiene su iniciativa de la reproducción en cautividad. En años anteriores han nacido en el recinto un búfalo, un coyote y una pareja de cóndores. Además hay también una variedad de especies en peligro de extinción, ya que Cuba no ha tenido la posibilidad de intercambiarlos con otras especies de otros zoológicos.
Si pasáis por La Habana y queréis vivir una visita diferente, acercaros al Zoológico de la ciudad, un lugar distinto en el que salir un poco de la rutina del turismo de siempre.