

Aunque su estampa parece no encajar a la perfección en el habitual paisaje de la zona (palmeras y océano), con alojarte en él unos días cambiaras de opinión y descubrirás que está lleno de encanto.
Las habitaciones están rodeadas casi en su totalidad por el agua y la brisa del océano, y el sonido de las olas al romper entrando por la ventana de tu habitación se convierte en una sinfonía maravillosa.
Sin lugar a dudas, y si tienes ocasión, alójate en el ático, que ocupa los tres últimos pisos de la torre e incluye además una cocina completa y tres balcones privados. Carece de piscina, pero no la echaras de menos cuando veas las cristalinas aguas azul turquesa del Caribe. Practicar submarinismo en sus alrededores es altamente recomendable, además de ver complejas composiciones de coral seguro que te encuentras con alguna raya o pez de vivos colores que llamarán tu atención. También puedes visitar las cuevas y acceder al mar desde ellas.


El Blue Cave Castle cuenta con un excelente servicio de cocina que te deleitará con fabulosos y ricos platos como banana al ron y tortitas de canela, langosta termidor y crema helada de papaya.
Situado en una zona muy tranquila, no dispone de televisión ni teléfono por lo que se convierte en el lugar ideal para desconectar y disfrutar a tope de unas bien merecidas vacaciones rodeado de mar y sol.
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