

La práctica del buceo tiene en Cuba uno de los más atractivos escenarios de todo el Caribe. En sus grandes y caprichosas formaciones de coral el buceador se puede encontrar con más de 500 especies de peces, multitud de tipos diferentes de esponjas, diversidad de moluscos, crustáceos, algas, gorgonaceas (comúnmente llamadas abanicos de mar), y otros enigmáticos animales y plantas que se extienden a lo largo de prácticamente todo el borde de la isla, una de las más ricas y diversas de todo el Caribe.
La convulsa historia de la isla también ha ayudado a formar un espectacular escenario submarino que dejará con la boca abierta a más de uno. El legado de tanta guerra naval se traduce en cientos de barcos hundidos en aquellas aguas, impresionantes galeones y carabelas, encargados en otro tiempo de transportar los tesoros del Nuevo mundo al viejo continente, fueron mandados al fondo del Caribe por los piratas o por la incontenible fuerza de la naturaleza.


Con una temperatura del agua que oscila entre los 24 y 28.5º C, es posible sumergirse en ella plácidamente en cualquier época del año, por lo que existe una la cantidad de centros de buceo que ofrecen sus servicio lo largo de los 365 días del año es muy grande.


Los mejores lugares para practicar este deporte acuático son la Isla de la Juventud y Cayo Largo del Sur; Maria la Gorda, en Pinar del Rio; litoral norte de La Habana; Varadero; la Peninsula de Zapata para el practicar el llamado espeleobuceo (mezcla entre buceo y espeleología); litoral de Cienfuegos, que incluye entre sus maravillas el coral Notre Dame; litoral de Santiago de Cuba; costa norte de Camagüey, Holguin y Jardines del Rey, esta última es considerada como una de las formaciones de coral más extensa y variada del planeta.
Imágenes sujetas a licencia CC de Philippe Guillaume